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Liderando nuestras vidas con el tanque vacío

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En estos tiempos de incertidumbre por la pandemia, muchas personas están llegando a su límite. Y es normal, a menos que tengas más de 100 años, nadie estaba preparado o tenía experiencia para enfrentar una situación así. Estamos viviendo un momento histórico, un momento que nadie se lo creería posible (excepto Bill Gates) y ocurrió. Llevamos ya más de medio año lidiando con esto y hemos ido improvisando al vuelo, porque no sabemos lo que va a pasar y no sabemos si estamos haciendo lo correcto.

Tenemos preocupación por nuestra salud, finanzas, familias, futuros profesionales y mil cosas más. Muchos ya han perdido sus empleos, empresas, ingresos, oportunidades, y en el peor de lo casos, a algún ser querido. Estas situaciones nos llevan a seguir avanzando con el tanque vacío, porque no podemos parar el mundo y decir “voy a descansar un rato y ya después veo qué onda”. Si te has sentido así últimamente, necesitas leer “Leading on Empty”, un libro que me pareció muy acertado sobre el problema que es andar por la vida sintiendo que ya no puedes más con el ritmo que llevas. 

Este libro fue escrito por un Pastor Hawaiano, y no, no es una nueva raza de perro, es literalmente un Pastor de una iglesia cristiana en Hawai que nos cuenta como liderar con el tanque vacío lo llevó hasta la depresión y cómo logró salir de ello.

Cada cabeza es un mundo

Esta frase la hemos escuchado tantas veces que no nos detenemos a reflexionarla. Pero es verdad, cada cabeza es un mundo y cada persona vive en su mundo. La única realidad que conocemos es la nuestra, es imposible saber cómo se siente la otra persona, ni siquiera hay forma de comprobar que los sentimientos de angustia los sentimos igual que otra persona. Por esto el primer problema de todo es identificar cuando se nos vació el tanque.

¿Cómo sabemos cuando se nos acabó el tanque? No somos autos con una aguja que apunta “F” o “E” para indicarnos cuánta gasolina queda. Todas nuestras deducciones las sacamos de manera subjetiva, sin saber a ciencia cierta qué ocurre y sin saber si estamos exagerando nuestra situación. Hay gente que vive en depresión y no lo sabe. Porque la experiencia de sentimientos se limita solamente a nuestras cabezas, no hay forma de cambiarte el cerebro y darte cuenta que tu situación de verdad es crítica.

todo se explica con ciencia

Al final nuestro cerebro no es más que materia y energía. Y lo que sucede cuando se nos vacía el tanque es que se acaba un químico que se llama serotonina. Para no aburrir, es la cosa que se encarga de nuestro estado de ánimo y lo que nos consigue la paz mental a pesar de que el mundo se esté cayendo a pedazos. Aquí el problema es que la serotonina se acaba, es un químico finito en nuestra cabeza que no se regenera al instante.

Este es el motivo por el cual los consejos como “ya no te preocupes” y “ya no estés triste” no funcionan. Porque cuando la serotonina se acaba, se comienza a liberar adrenalina, lo que nos genera las sensaciones de estrés y angustia que son inevitables.

Para conocer nuestros niveles de serotonina se necesitan hacer estudios de sangre. Y si de por sí hacerte una prueba de covid en México es un drama, de hacerse un estudio de sangre para ver tus niveles de serotonina mejor ni hablamos. Pero definitivamente la falta de serotonina es un asesino silencioso del cual deberíamos estar todos conscientes.

En el libro vienen muchos consejos de cómo recuperar la serotonina y poder balancear tu estado de animo. Recuperando la motivación y las ganas de seguir haciendo lo que haces. Definitivamente no podría resumir todo en este artículo. Sin embargo, si hay algún consejo que sin duda le funcionaría a cualquiera (y mi favorito del libro) sería:

No esperes a tener sed para beber agua

El autor cuenta una anécdota con un entrenador de atletismo que le dice que beba agua. A lo cual el Pastor responde que no tiene sed, y el entrenador le dice que no tiene que esperar a sentir sed para tomar agua, porque a veces cuando te da sed ya es demasiado tarde. Porque la deshidratación del cuerpo comienza desde que empiezas a hacer ejercicio, y sentir sed es un indicador que la deshidratación es demasiada.

Lo mismo con nuestro estado de ánimo (o nuestra serotonina). Tenemos que identificar las acciones que drenan nuestro tanque y cuáles nos llenan el tanque. No deberíamos esperar a sentirnos hundidos en desmotivación o tristeza para tomarnos un buen descanso, hablar con las personas que queremos, dedicar tiempo de calidad con nuestra familia, nuestros amigos o hacer actividades que en general nos hacen sentir bien.

En la vida hay 2 tipos de actividades, en las que podemos ser sustituidos y en las que no. Wayne plantea que en el 95% de las actividades somos remplazables, y hay un 5% que sólo nosotros podemos hacerlas. Nuestro gran problema es que la mayoría de nuestro desgaste ocurre en ese 95% de actividades en los que somos remplazables, que por lo general son actividades del trabajo o la vida laboral. Y ese pequeño 5% en el que somos irreemplazable son las que llenan nuestro tanque, actividades como: cuidar tu salud, ser un buen padre o madre, una buena pareja, ser un amigo, ser un hermano o un hijo.

A veces llenar el tanque puede simplemente ser una conversación sincera con un ser querido. Prioricemos actividades en las que somos esenciales.


Un libro muy profundo de reflexión y muy recomendable sobre todo en estos momentos de angustia e incertidumbre.

Como nota, al ser escrito por un Pastor Cristiano evidentemente tendrá muchos tintes religiosos. Antes de leerlo encontré varios comentarios negativos haciendo referencia al tema de la religión, desafortunadamente a la gente “lo que no come le hace daño” (no seas de esos, por favor). Este espacio no es para tocar esos temas, sólo te comento por si te animas a leerlo no te extrañes si te topas con salmos de la Biblia y esas cosas.

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