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¿Te ha pasado que de repente eres la persona más motivada y con las mejores ideas del mundo? ¿Que estás acostado viendo al techo y dices quiero lograr esto y voy a hacer esto y lo otro para poder hacerlo? Tienes la motivación a límite y tu cabeza va como cohete pero… estás a punto de dormirte, sentado viendo una serie, bañándote o algo que no está relacionado con tu idea.
Le das más vueltas en la cabeza y de repente, de la nada, pierdes la motivación y las ideas. Comienzas a cuestionarlas en vez de ejecutarlas, incluso piensas “no sé cómo se me ocurrió tal idea, es imposible o no es tan buena como pensaba”. ¿Te ha pasado? Bueno pues déjame decirte que es normal.
A mí me ocurría constantemente y creí que simplemente estaba inundado de malas ideas. Después, en el libro de “El mito del emprendedor” encontré que es un problema en común por el que muchos pasamos. Ese en el que traes todas las ganas y de repente, como por arte de magia, te vas a negativo. En el libro lo maneja como metáfora, diciendo que adentro de nosotros viven dos personas, una que es muy fit y otra que es muy fat.
Claramente la fit es la que trae toda la actitud para hacer ejercicio, y la fat la que lo detiene y le dice “un capítulo más”, “un gansito más”, “mejor mañana”, “de todos modos no te vas a poner como Chris Evans” y demás. Al final el poder de la persona fat es mayor, porque es más fácil nunca empezar, entonces terminas sin hacer nada y tu camino hacia convertirte en Chris Evans versión Barras de Praderas nace muerto.
Este problema nos llega a pasar a todos, no importa en qué aspecto, a todos nos pasa. Anteriormente escribí un artículo que habla sobre empezar antes de sentirte listo, y lo que principalmente cubría era las situaciones en las que ya estabas decidido a hacer algo pero estabas esperando X o Y factor para comenzar. Esta vez te quiero platicar más de la fuerza de voluntad y la forma de obligar a que tu persona fit trabaje y la persona fat pierda poder de convencimiento.
Aprovecha el boost de la persona fit
Vencer a la persona fat no es fácil, lo fácil es hacerle caso. Por eso nuestras acciones se quedan en el tintero. A mí lo que me ha funcionado, y probablemente te funcione a ti también si estás pasando por algo similar, es aprovechar el boost que tenemos cuando andamos motivados y convencidos.
Como mencioné al inicio, cuando traes esta actitud de querer comerte el mundo, es cuando estás por dormir o haciendo una actividad que no tiene nada que ver con la idea. Lo que nos lleva a decir “Perfecto, la mejor idea del mundo, mañana a primera hora le doy con todo”. Y al día siguiente nos levantamos en “modo persona fat” y mejor no hacemos nada.
La idea es que en cuanto esa persona fit comience a apoderarse de ti, en ese momento comenzar a actuar. Sin importar qué estés haciendo, normalmente cuando aparece la persona fit, estamos haciendo cosas que nos relajan y que podemos dejar de hacer. Es muy improbable que la persona fit llegue cuando estás haciendo una operación a corazón abierto que no puedes dejar inconclusa. Por lo que la mayoría de las veces es posible dejar de hacer lo que estás haciendo y alinearse con la persona fit.
Si estabas por dormir, en ese momento te levantas y comienzas a ejecutar aunque sea un poco. Obviamente no consolidas toda la idea en un momento, pero al menos pones la primera piedra. Yo para eso utilizo la aplicación Notion, la uso como un repositorio de ideas en donde voy registrando todo lo que quiero hacer y voy dándole forma. Te la recomiendo mucho, además con la versión gratuita puedes hacer de todo. (no es comercial, sólo un buen consejo). En esa app puedes hacer de todo, escribir tus ideas, hacer planes de trabajo, listas de tarea, ponerles dibujitos y emojis chistosos para que no pierdas la inspiración.
Muchos de mis artículos comienzan ahí, cuando llega la idea y no puedo esperar a llegar a la computadora para escribir, sólo abro la app y comienzo a vomitarle ideas.
El poder de la primer piedra
La persona fit es la que te va hacer poner la primer piedra. Entonces, cuando la persona fat vuelva y te quiera convencer de no hacerlo, tu ya empezaste. La primer piedra es tan importante porque es la materialización de lo que quieres hacer.
Los que hacen mucho ejercicio, por ejemplo, se hacen adictos al gym porque empiezan a ver resultados tangibles, se empiezan a clavar más con su meta porque ven que está funcionando. Cuando ven que su salud y musculatura comienza a cambiar, no se sienten bien dejando la chamba incompleta.
Lo mismo con cualquier otro objetivo. Cuando se trata de emprender, por ejemplo, por más que trabajes tus ideas en la cabeza no vas a ver resultados tangibles hasta que empieces a ejecutar. Por eso a veces es tan difícil actuar y nos domina la persona fat, porque nos falta esa primer piedra que nos obliga a continuar.
Cuando no sientas motivación, y esa persona fat te domina a tope, voltea hacia la piedra que pusiste. Es una forma en la que las dos personas en tu interior se pueden comunicar, la fit diciéndole a la fat: “mira huevón, ya viste cómo sí puedes”. Y aunque no quieras, te obligas a poner la segunda piedra, y antes de que te des cuenta, la persona fit ya te vuelve a dominar.
Las peleas internas entre nuestras dos personas siempre van a existir. La cuestión aquí es cómo ayudar a la persona fit para que gane y logremos más cosas. La forma que a mí me ha funcionado es poniendo esa primer piedra, es fundamental para convencernos de hacer las cosas. No importa de qué tamaño sea la piedra, pero hay que asegurarnos de ponerla en cuanto la persona fit nos domine.
