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Así como a ti, a mí también me gustan mucho las historias. Dicen que es la mejor forma de hacer llegar cualquier mensaje de forma entretenida y fácil de recordar. En este artículo te hablaré de 5 películas que son unos auténticos caballos de Troya. Disfrazando, de buenas historias, mensajes muy profundos que pueden no ser tan obvios y son de mucho valor para cualquier emprendedor.
Sin dar más vueltas, empecemos:
1. Cars
¿¡Cars!? Sí, Cars. Aunque parezca que una película de niños no tenga mucho que enseñarnos, la realidad es que tiene el mensaje exacto de lo que es el emprendimiento.
La historia nos cuenta el camino del Rayo McQueen hacia su anhelo más grande, ganar la Copa Pistón y ser patrocinado por Dinoco. Como sueño de cualquier emprendedor cuando comienza su negocio, lograr un gran objetivo. Sin embargo, el Rayo se pierde rumbo a la carrera y seguramente ya te sabrás el resto de la historia.
El punto clave es cuando el Rayo decide renunciar a su gran meta por hacer que el “El Rey” termine su última carrera. Ese momento en el que se da cuenta de que la Copa Pistón sólo es una “Copa Vacía”. Está claro que el Rayo se convirtió totalmente en otra persona (u otro coche); si no hubiera tenido la experiencia de perderse, seguramente hubiera terminado en primer lugar y habría dejado a “El Rey” podrido a media carrera.
Probablemente habrás escuchado la frase “Life is a journey, not a destination” y ¡pum! Nos damos cuenta de que las cosas más valiosas las obtuvo en el viaje hacia su gran anhelo. Cambió una “Copa Vacía” por amistades reales, por una perspectiva más humana y aprendizajes; el camino lo transformó.
Cuando uno emprende, comienza un camino largo, con baches, flores y altibajos. Las cosas de verdadero valor se obtienen en el camino, no en el destino.
2. The Founder
De esta película ya les hablé en este artículo. Es el ejemplo perfecto para entender la visión de un emprendedor vs la visión de un técnico.
La película nos cuenta la historia de Ray Croc y de cómo hizo crecer el imperio de McDonald’s enfocándose en el negocio y no en el producto. Básicamente aprovechándose del proceso perfecto de los hermanos McDonald para escalar el negocio. Manteniendo los estándares de calidad en cada restaurante nuevo que iba abriendo y garantizando la misma oferta a todos los clientes.
También nos cuenta esa parte oscura en donde Ray Croc deja totalmente fuera del negocio a los hermanos McDonald. Una forma muy fría de ver a los emprendedores, como esos tiburones que no les importa nada con tal de lograr sus objetivos. Y esa es la parte que no me gusta tanto, creo que uno debería ser capaz de lograr el éxito bajo sus propios términos sin tener que pisotear a alguien.
De esta película nos llevamos 2 buenos aprendizajes:
- El impacto de una visión emprendedora vs una técnica al momento de crecer un negocio
- Para hacer crecer un negocio de gran escala debes construirlo basado en procesos, no en habilidades.
3. The Intern
Esta película puede resultar muy tierna, en la entrada de un señor a sus 70 años (Ben) como becario a un empresa fundada y liderada por una mujer jóven (Jules). Más allá de la gracia que provoca ver interactuar en el mundo laboral a dos generaciones muy distantes, nos muestra la historia de dos personalidades diferentes haciendo mancuerna en los negocios.
Cada emprendedor debería tener una mano derecha así como Ben lo llegó a ser de Jules. Aunque al inicio de la película Jules tenía muy poca fe en lo que Ben pudiese lograr en su empresa, poco a poco se fue ganando credibilidad y confianza en ser un buen elemento para la compañía.
El libro de Rocket Fuel nos habla sobre esa sinergia que se debe lograr en los negocios entre un visionario y un integrador. En esta película nos muestran perfectamente ambos roles. La visionaria (Jules), la emprendedora que genera las ideas y el integrador (Ben) quien pone pies y cabeza en su ejecución.
Al momento de emprender todos deberíamos buscar a esa persona que pueda dar cuerpo a nuestras ideas. Los visionarios no son buenos comunicando, en ocasiones resulta frustrante que, como emprendedor, no logres materializar tus ideas porque el factor de orden y ejecución falla al no tener un integrador como socio.
4. Social Network
Esta película es otro claro ejemplo de la visión de emprendedor y la del técnico. Pero en esta caso, a comparación con “The Founder”, el protagonista y vencedor es el técnico (Mark Zuckerberg).
Al inicio de la historia vemos a Zuckerberg con un enfoque totalmente técnico, queriendo construir el mejor producto con sus propias manos. No es hasta el momento que se topa con Sean Parker (Justin Timberlake) y le introduce esa visión de emprendedor que le hacía falta. Si en el camino no se hubiera topado con él, Facebook no sería lo que es ahora.
Por otro lado, también nos encontramos con la historia de una idea robada. Esto porque en realidad Zuckerberg le robó la idea de Facebook a sus compañeros de cuarto. Suena feo, pero nos dejó claro que las ideas no siempre funcionan para los que las crean, sino para los que la ejecutan.
5. The Grey
Esta película no es tan popular como las anteriores. La realidad es que está muy infravalorada, a México la trajeron bajo el nombre de “Otro día para sobrevivir”, lo que nos da a entender que es una película meramente de acción. Para no hacerte el cuento largo te digo cómo va:
Un grupo de trabajadores de una perforadora petrolera en Alaska tienen un accidente de avión y quedan varados en la nieve. Además del clima hostil, se ven amenazados por una manada de lobos. A lo largo de la historia, en el intento por sobrevivir, poco a poco los hombres van muriendo hasta que queda el último en pie (Liam Neeson).
Por supuesto que no suena nada interesante, no tiene final feliz y además es un tanto violenta. Lo que casi nadie ve de esta película es que en realidad es la historia de las últimas horas de vida de estas personas. Muestra la naturaleza del hombre en sus últimos momentos y los verdaderos motivos por los cuales luchan para seguir vivos.
Cada uno de los sobrevivientes tiene sus razones para seguir luchando. En general, volver a ver las personas que aman; sus esposas, hijos, padres, hermanos y amigos.
Ya sé que esto puede sonar demasiado dramático, pero al final la vida se trata de eso. No creo que sea necesario estar en nuestras últimas horas de vida para darnos cuenta de cuál es el verdadero motivo que nos mueve cuando el miedo nos paraliza.
Tengamos claros nuestros drivers, no vivamos en piloto automático esperando a que la vida pase y logremos sobrevivir. Creo que para un emprendedor es más importante tener una razón antes que un objetivo claro.
